El crimen de María Marta García Belsunce: se aferra a un doloroso episodio de la vida de María Marta para demostrar que "no se odiaban"

Después de tres meses de audiencias, el tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce entró en la cuenta regresiva. El viernes, luego de una inspección en el campo Carmel, donde vivía la víctima, los jueces acordaron revisar las pruebas que se encontraban en su interior. uno de los nueve disquetes aportado en febrero de 2003 por Susan Murray, presidenta de Missing Children, organización a la que también pertenecía el sociólogo asesinado.

Se trataba de una serie de documentos escritos en Word bajo los títulos “Busco un labrador negro”, “Carta a Raúl Portal”, “Carta Tom” y “Carta Tom 1″, vinculados a lo ocurrido entre el 23 de julio, cuando perdió a su mascota, hasta el 28 de ese mismo mes, día en que un hombre la contactó por teléfono para pedir una recompensa a cambio de devolver el animal.

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Tom era el labrador retriever de García Belsunce y su esposo, Carlos Carrascosa, y su desaparición fue uno de los hechos en los que el fiscal Patricio Ferrari basó la acusación. “Pachelo, meses antes de la muerte de María Marta García Belsunce, le quitó su mascota, su perro, su Tom, el hijo que no habían podido tener con Carrascosa para exigir un rescate. el perro nunca apareció. Y desde ese episodio la víctima le tenía miedo a su vecino y abogó por que lo echaran del país del Carmelo”, argumentó el fiscal al presentar sus lineamientos en el juicio.

Esta hipótesis también se ve respaldada por la versión de que María Marta no había facilitado su teléfono de contacto y que a pesar de ello recibió una llamada exigiendo dinero por el animal. La conclusión fue que alguien del país lo hizo: Pachelo.

Sin embargo, con las pruebas presentadas durante la audiencia del viernes, la defensa de Pachelo señaló que Tennesse: “Pudimos derribar varios mitos de la acusación fiscal y el supuesto odio entre María Marta y el imputado".

En ese sentido, Raquel Pérez Iglesias, una de las abogadas del ex vecino de campo del Carmel, aseguró a este medio que con la información extraída de los disquetes se pudo refutar la acusación que Nicolás Pachelo le había robado a Tom para cobrar el bono.

"El perro tomó el mismo papel prácticamente que María Marta”, señaló el abogado a Tennesse en relación con la presencia que tuvo este tema durante las audiencias de juicio. Para la fiscalía, el hecho de que la víctima hubiera recibido una llamada a su domicilio para pedir el rescate implicaba que quien tenía la mascota era alguien que vivía dentro del país, ya que de lo contrario no habría podido tener acceso a ella. número. .

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Ahora, para la defensa de Pachelo, los nuevos documentos que fueron admitidos como prueba “ponen en jaque” -según sostienen- tal versión. “María Marta repartió panfletos para buscar a Tom, en los que ella misma puso el teléfono de su casa y describe cómo se perdió el perro”, explicó el abogado, y subrayó: “En ningún documento se menciona a Pachelo”.

Por otro lado, Pérez Iglesias sostuvo que durante la inspección ocular realizada el pasado viernes "derribaron" otro de los pilares de la acusación: un "Sendero supuestamente intransitable“Por lo cual Pachelo, la tarde que mataron a María Marta, habría ido a buscar el auto de su esposa Inés Dávalos Cornejo, que estaba en el estacionamiento de la casa club.

“En la inspección quedó claro que el camino se podría transitar y que actualmente se transita”, dijo a este medio el abogado de Pachelo.

La audiencia del viernes fue la última hasta el próximo lunes, cuando se escucharán los alegatos de cada una de las partes. Esto sucederá tras un nuevo aniversario del caso que aún conmueve al país: este jueves se cumplirán 20 años del crimen de María Marta, ocurrido el 27 de octubre de 2002.