Sequías y olas de calor: advierten que Argentina podría perder casi 6% del PIB en los próximos años

A la sequía sin precedentes que azota a la Argentina desde hace tres años, se sumó en los últimos días una helada no estacional que destruyó los cultivos en el área de Cuyo. Este daño hizo reaccionar al Ministro de Economía serge masa que prometía incentivos y un dólar diferencial para los afectados.

Sin embargo, si Argentina sigue sin tomar medidas urgentes ante la crisis climática, se enfrenta a un escenario pérdida hasta 5.8% de su PIB para 2050. El cálculo lo hizo el Banco Mundial en su informe Clima y desarrollo y desarrollo del país Argentina.

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“Los eventos de sequía representan, en un modelo pesimista de cambio climático para 2050, una pérdida de PIB de entre 2% y 5%”, describe el informe. En ese sentido, aclara que si no se toman medidas, el cambio climático comprometerá el 25% de la superficie irrigada del país, especialmente en la región de Cuyo.

A este escenario se suma la daño producto de la inundaciones que se verá agravada por la crisis climática. "El impacto conjunto de inundaciones y calor reduciría el PIB de Argentina en un 0,5% en 2050 en un escenario optimista y en un 1,3% en un escenario pesimista”.

El panorama climático presentado en el informe está dividido por regiones y no todas se verán afectadas de la misma manera ni por los mismos fenómenos.

En el norte “se prevé estrés hídrico” por el aumento de las temperaturas. En la región oriental, un “aumento de lluvias e inundaciones extremas”, una disminución de los caudales de los ríos de la Cuenca del Plata y un aumento del nivel del mar en el Río de la Plata. En la región occidental habrá “estrés hídrico y derretimiento de los glaciares en el suroeste”.

La gran dependencia económica de Argentina de su capital natural la hace especialmente vulnerable a la crisis climática. Sumado a esto, el país se comprometió con la descarbonización al 2050, lo que implica un cambio rotundo en el sistema energético nacional, que hoy apenas cuenta con un 16% de renovables.

Algunas políticas propuestas por el Banco Mundial incluyen la inversión en infraestructura y sistemas inteligentes de gestión de recursos hídricos. Esto último podría implicar un crecimiento del 2,7% del PIB para 2030.

También el incentivo a la agricultura y ganadería regenerativa, que no empobrece el suelo ni implica deforestación para seguir avanzando.

Al mismo tiempo, promover las energías renovables para reducir gradualmente las emisiones. Hoy más de la mitad de los gases de efecto invernadero del país provienen del sector energético y nuestro país es el segundo de la región que más dinero gasta en subsidios a los combustibles fósiles (1,8% del PIB).

Aunque el trabajo futuro debería cuantificar estas necesidades, dichas inversiones requerirían fuentes adicionales de financiamiento y acceso a los mercados de deuda.

Este es un punto clave sobre las demandas que Argentina está realizando este mes en el Cumbre de Cambio Climático de la ONU, COP27. El país se alineó con Uruguay y Brasil para reclamar no solo fondos de adaptación al cambio climático que le permitan amortiguar los efectos de esta crisis, sino también dinero por las pérdidas y daños que ya están sufriendo.

¿Cómo está el clima en Argentina ahora?

Esta semana el Servicio Meteorológico Nacional publicó su informe preliminar 2022 sobre el clima en Argentina, que muestra la imagen actual de la crisis climática en el país.

El informe destaca la intensa ola de calor de enero -una de las peores de la historia-, pero al mismo tiempo un invierno más duro de lo habitual.

Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento de la temperatura en la Antártida y el hecho de que concentraciones de gases de efecto invernadero (especialmente el carbono y el metano) sigue aumentando.

Una constante a lo largo del documento es la intensidad de la sequía: “El verano se caracterizó por importantes déficits pluviométricos en el norte y noreste del país de hasta 300 mm por debajo de los valores normales para el noroeste correntino, este del Chaco y norte del Santa Fé.

El informe también destaca los daños causados ​​por estas variaciones repentinas en el clima. Cita como ejemplo la nevada y tormenta en Comodoro Rivadavia, donde “se reportaron daños a la infraestructura de transporte, vehículos y viviendas. Se interrumpieron los servicios esenciales y se suspendieron las clases. Se produjeron inundaciones en diferentes barrios y cinco familias fueron evacuadas y asistidas”.