Prepandemias, pandemias y pospandemias

04/10/2022

Prepandemias, pandemias y pospandemias

Ready van a cumplirse tres años desde que empezó el brote de SARS-CoV-2. Desde hacía ya tiempo, y antes del 2019, sabíamos que tarde or temprano íbamos a sufrir una pandemia. De hecho, en respuesta a los brotes de gripe aviar H5N1 de 2002, ya se había planificado como respuesta a una pandemia provocada por un virus respiratorio.

Con la queja A no lo vimos ven

Los virus de la gripe H5N1 causan enfermedad letal en aves domesticas. Solo esporádicamente son capaces de infectar a personas, con niveles de mortalidad cercanos al 50% o mayores.

Afortunadamente, hasta ahora no han logrado adaptarse para transmitirse de persona a persona. Pero sigue circulando en aves y cambiando constantemente, lo que implica que no podemos descartar que en algún momento adquieran es capacidad de transmisión y provoque la próxima pandemia. Por lo tanto, la realidad es que es imposible predecir qué virus en concreto va a convertirse en pandémico.

Pensemos por ejemplo en la pandemia de gripe de 2009, lo que se llamó gripe A en España. Fue causada por un virus de la gripe que anteriormente no se detectó que circulaba en la provincia del interior de México. La respuesta contra este virus no impide que termine contagiando en menos de un año a millones de personas.

Sin embargo, afortunadamente no fue un virus de alta mortalidad, causó diez veces más de muertes en jóvenes adultos en comparación con la gripe anual. Está claro que si revisan los planes pandémicos para minimizar el impacto de una futura pandemia.

Micrografía electrónica de transmisión coloreada de virus AHN de influencias aviares.
Wikimedia Commons / Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades / Cortesía de Cynthia Goldsmith, Jacqueline Katz y Sherif R. Zaki

Una década después: el covid-19

Diez años después de aquel 2009, la falta de preparación nos hizo fallar de nuevo. Ninguna consecuencia es dar una respuesta suficientemente rápida al brote de SARS-CoV-2. Dentro de las fallas más evidentes están la falta de cooperación internacional, la falta de personal y la escasez de materiales para responder a una emergencia. Además de un importante vacío legal e institucional para decidir e implementar medidas de contción.

Parece que fue ayer cuando empezamos a oír que un virus nuevo estaba extendiéndose por una ciudad china ocasionando una enfermedad respiratoria muy grave. Y lo que entonces eran casos imposibles de imaginar en nuestra sociedad tan avanzada tecnológicamente se nos cayó encima. Un organismo microscópico nos doblegó y nos obligó a confinarnos, a usar mascarillas ya desconfiar de cualquier tipo de contacto con nuestro prójimo. Vimos como la sanidad se saturó, incapaz de poder atender a todos los enfermos cuyo número se multiplicaba de un modo exponencial. Nos familiarizamos con nuevas palabras, cuentos como igègesSARS, COVID, pruebas de antigénicos, lanzador y ómicron, que se volvió parte del lenguaje cotidiano.

La pandemia del SARS-CoV-2 no la ha declarado oficialmente como acabada. Sin embargo, con una vuelta a la normalidad como la que podemos decir con cierta certeza que nos hallamos en un período pospandémico. Únicamente la presencia de personas –cada vez menos– con mascarilla en lugares públicos o privados nos recuerda que el virus sigue circulando. Es prácticamente imposible que el SARS-CoV-2 signifique que las UCI alterarán nuestro comportamiento como ocurre en 2020 y 2021. Sobre todo por la existencia de inmunidad vacunal o contraída por infección. Esta inmunidad no es capaz de frenar todas las infecciones, pero sí disminuir el número de casos graves.

Imagen del coronavirus SARS-CoV-2 publicada por el NIAID el 13 de febrero de 2020.
NIAID, CC POR

Mejor no descuidarse

Eso no quiere decir que sea el momento de olvidarnos de este virus o de otros posibles virus pandémicos que vayan a surgir en el futuro, ni mucho menos.

Por un lado, aún nos quedan casos graves de covid-19 que podrían disminuir aún más por el desarrollo de vacunas mejoradas que no solo protegen contra la enfermedad, hasta que también contra la infección y sin necesidad de revacunaciones. Y el desarrollo de terapias adicionales a las que ya tenemos también sería beneficioso.

Por otro lado, la resolución de los problemas encontrados en nuestro nivel de preparación frente a una pandemia y de vital importancia para combatir nuevas pandemias. En ese aspecto, los brotes y la reciente expansión del virus de la viruela del mono nos indican que Seguimos sin estar preparados para afrontar futuras pandemias.

Mono virus de la viruela.
NIAID, CC POR

The expansion of the viruela del mono delata que Seguimos sin estar preparados

The virus de la viruela del mono es facil de contener debido a la existencia de vacunas y antivirales. Pero la respuesta sigue siendo demasiado lenta y aún no existe una coordinación internacional. Tenemos suerte de que el virus no es muy contagioso y requiere contacto prolongado con las personas infectadas.

Lo cierto es que nos ha costado tiempo poner en marcha vacunaciones y tratamiento contra la viruela del mono. Un tiempo que no tendremos en el caso de brotes por virus sino contagiosos que puedan llegar en un futuro próximo.

Data 24 Noticias

Diario online de noticias internacionales.https://data24noticias.com

Noticias relacionadas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir