Perú vuelve a registrar violentos disturbios

La llamada "gran marcha nacional", que exige la renuncia de la diputada peruana Dina Boluarte y la convocatoria a elecciones, terminó nuevamente en enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional en el centro de Lima, la capital.

El movimiento de este martes sumó a cientos de personas de distintas regiones del país que fueron llamadas, ya antes, por el mandato a una "tregua nacional". Y aunque no fue tan masiva como la semana pasada, también registró episodios de violencia.

Los manifestantes, convocados por múltiples organizaciones sociales, campesinas, sindicales y políticas, continúan en su lucha para obligar a Boluarte a amainar, cerrar el Congreso y convocar elecciones anticipadas. Este estallido social surgió tras el autogolpe del exmandatario Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre.

El tercer aeropuerto del país, en la ciudad de Cuzco, quiso suspender operaciones este martes de manera preventiva por la nueva escalada de protestas.

“Como medida preventiva, (el) Aeropuerto Internacional Velasco Astete de Cuzco suspende temporalmente sus operaciones”, informó el Ministerio de Transportes y Comunicaciones a través de su cuenta en Twitter.

Cinco semanas más tarde, las movilizaciones en Perú dejaron ya más de 56 víctimas mortales, la mayoría por choques con la Policía.

Los ministerios de Defensa e Interior de la nación andina consideraron "inaceptable el extremo nivel de violencia perpetrado contra las fuerzas del orden" durante la marcha, cuyo epicentro se registró en el sur del país.

Boluarte insiste en hacer un llamamiento a la calma. "Llamo a mi querida patria a una trugua nacional para poder entablar mesas de diálogo, para poder fijar la agenda por cada región y desarrollar nuestros pueblos", dijo al calificar de "violentosradicals y con agenda propia" a los manifestantes que relanzaron las protestas en el sur andino.

"No me voy a cansar de llamarlos al diálogo, la paz y la unidad", dijo Boluarte en una conferencia con la prensa extranjera en el Palacio de Gobierno de Lima. Además, descartó una vez más su dimisión.

Boluarte reiterará en varias ocasiones sobre "perdonar a los infractores" en estas protestas, al menos 46 directamente relacionadas con las manifestaciones, que provocaron 4 denero en el sur de Perú y que mantienen bloqueadas en las principales vías del país.

"Me iré cuando hayamos convocado a las elecciones generales (...) No tengo intención de quedarme en el poder ·, dijo tajante, agregando que el Congreso "sin duda alguna" va a confirmar en febrero el adelanto de las elecciones, previewed para abril de 2024.

"¿Mi renunciaría a resolver la crisis y la violencia? ¿quién asumiría la presidencia de la República?", señaló ante las preguntas de la prensa sobre su permanencia en el cargo.

ENFATICA UN MANDATO CONSTITUCIONAL

Boluarte enfatizó que ocupa la presidencia por mandato constitucional y atribuyó la versión de su golpe al expresidente Castillo, a una “narrativa de grupos radicales de personas a base del narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando”, según la cual también afirma que estarían Detrás de las protestas violentas.

“La única verdad, señoras del mundo y del Perú, es que hubo un golpe de Estado el 7 de diciembre, un golpe de Estado fallido”, dijo.

“Es una forma de victimización la forma en que subió Pedro Castillo para decidir que dio un golpe de Estado cuando él es autor de su propio golpe de Estado, y no subió a la presidencia de 57 papeles fiscales que sostiene contra los actos de corrupción", señaló Boluarte.

A Castillo "le convenía dar un autogolpe de Estado para victimizarse y mover todo este aparato paramilitar y no responde al Ministerio Público por los actos de corrupción por los que se les denuncian. Aquí no ninguna víctima señor Castillo, aquí hay un país que se se esta desangrando producto de su irresponsabilidad”, confirmó.