Nadal se desprecia con buen sabor de boca

Turín (Italia), 17 nov (EFE).- El español Rafael Nadal se despidió de las Finales ATP que si disputan en Turín con buen sabor de boca, desquitándose de las malas sensaciones que le han acompañado en el torneo que se le resiste y comenzando su preparación para el Abierto de Australia con victoria ante el noruego Casper Ruud, por un doble 7-5.

Nadal saltó a la pista central del juzgado Pala Alpitour, no hay opciones matemáticas para acceder a las semifinales de su torneo maldito, el único grande que no luce en su vitrina y que disputa en una sola condición, una pista dura y cúbica, que No lo favorece el juego balear.

El partido reeditaba la final de Roland Garros de esta campaña en la que Nadal quería coronarse campeón de su torneo favorito. Amplió el número de dos del mundo en un registro particular ante un noruego que no los ganó en partido oficial, no quería un set, pero mantuvo asegurado el primer lugar del grupo, por lo que pensará en el segundo del conjunto rojo, que dirimirá el duelo entre el gris Stefanos Tsitsipas y el ruso Andrey Rublev.

Desde el principio notó que Nadal estaba más cómodo en sus otros encuentros, quizás ya liberado de la tensión al saberse sin opciones, dispuesto a encarar el partido de una manera más relaxa, debós más en el grande plazo. Levantó sus dos mejores roes sin golpear puntos y mantuvo el nivel durante la mayor parte del set.

A punto estuvo Ruud de complicarle la tarde al de Manacor con dos bolas de 'break' con 4-4 en el marcador que desaprovechó y que, a la postre, fueron su condena en el primer set, ya que Nadal apretó y quebró el servicio de su rival con 6-5 en el marcador con un juego en blanco.

La segunda manga fue otro síntoma de superación de un Nadal que levantó sus tres primeros saques con juegos de blancas (16 saques directos en total), al tiempo que deleitó a los presentes al registrar un par de goles e intercambios que marcaron al nivel que exhibió. En sus primeros meses del año, cuando se levantó el Abierto de Australia que ahora quiere tener presente, como defensor del título y, probablemente, como segundo cabeza de serie.

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Se repitió el tantao en el segundo envite y el marcador marcó 6-5 a favor del manacorense con saque del noruego. Con una lenta dejada emprendió el camino hacia el descanso definitivo. Ruud disinfló por completo, impequeñecido ante el resurgir de Nadal y le dejó dos puntos de partido.

Perdona el primero, pero en el segundo cruzó el balón con un revés a dos manos que certificó en un premio particular, para recuperar sensaciones en una segunda parte de la tormenta marcada por las lesiones, la falta de continuidad y los problemas personales fuera de pista. Nadal se alejó de Turín, pero lo golpeó con una contundente victoria, dejando claro que cualquiera puede hacer mucha guerra.

Tomás Frutos

c) Agencia EFE