La guerra en Ucrania: Europa debate si dar asilo a los rusos que huyen de la movilización militar

El ataque ruso a Ucrania generó millones de desplazados internos y refugiados. Estos últimos, en su mayoría, buscaron refugio en los países de la Unión Europea. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados llegó a más de siete millones de personas entrando en la Unión Europea a través de Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Rumania.

Casi dos millones ya han regresado y el resto, en su mayoría mujeres, recibieron protección temporal a la espera de saber si solicitan asilo definitivo o si acaban regresando a su país.

Nadie dudó ni en abrirles la puerta europea ni en otorgarles ese estatus de protección temporal. Huían de una guerra ilegal. Y no eran árabes, como los sirios, a los que finalmente se les cerró la puerta cuando superaron el millón alegando que Europa no tenía capacidad para albergar a tanta gente, explicación que ahora se ha olvidado.

El argumento que se utilizó para dar protección a los ucranianos debería servir para dar protección a aquellos que ahora huyen de Rusia por temor a ser reclutados a la fuerza y ​​enviados a la guerra en Ucrania.

los vecinos de rusia

La movilización parcial decretada por el presidente ruso, Vladimir Putin, para la que pretende reforzar su Ejército con 300.000 reservistas, provocó manifestaciones y protestas en Rusia. En las fronteras aún abiertas se acumulan hombres rusos que quieren huir antes de alistarse y los vuelos a países que no piden visado, como Turquía o Armenia, se llenan desde ayer.

Bruselas mira a Finlandia, Letonia y Estonia (los tres países de la Unión Europea con frontera directa con Rusia) y en menor medida a Polonia y Lituania, países limítrofes con el enclave ruso de Kaliningrado. Estonia y Finlandia están a solo dos horas en coche de San Petersburgo.

¿Qué hacer si el número de hombres rusos que llaman a las puertas de la Unión Europea pidiendo asilo empieza a ser considerable? Una fuente comunitaria explicó este jueves que no hay sanción que impida que un ruso solicite asilo en uno de los 27 Estados miembros de la Unión Europea y que estos deben guiarse por la Directiva Europea de Asilo.

Que se cumpla escrupulosamente es otra historia, como demuestran las deportaciones ilegales desde Grecia o en las vallas entre España y Marruecos en Ceuta y Melilla, en Hungría, en Bulgaria o en Polonia, pero esa también es otra historia.

La misma fuente asegura que en principio se les debería dar asilo si demuestran que lo piden para evitar ser alistados: "Están huyendo de una dictadura que quiere enviarlos a una guerra que nosotros mismos llamamos ilegal".

Pero una cosa son la Directiva Europea y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Refugiados y otra muy distinta las ideas de los gobiernos fronterizos con Rusia. Estonia ya lo dejó claro ayer.

¿Qué dice Bruselas?

Su ministro de Exteriores, Urmas Reinsalu, aseguró a la agencia Reuters que "la negativa a cumplir una obligación civil en Rusia o el deseo de hacerlo no constituyen elementos suficientes para recibir asilo en otro país". Su homólogo letón, Edgars Rinkevics, dio otra razón: "Por razones de seguridad, Letonia no otorgará visas humanitarias o de otro tipo a los ciudadanos rusos que eviten la movilización".

Lituania mantuvo las formas pero apuntó al mismo fin. "Estudiaremos (las solicitudes de asilo) de manera ordinaria, teniendo en cuenta todas las circunstancias y de forma individual". “Pero”, dijo su Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado, “Lituania no tiene la intención ni la capacidad emitir visas por motivos humanitarios a todos los ciudadanos rusos que las soliciten ".

Finlandia no cierra la puerta pero su ministro de Asuntos Exteriores, Pekka Haavisto, sí dijo el miércoles que la concesión de visados ​​será estricta. Polonia y la República Checa tampoco los aceptarán.

La Comisión Europea trató de recordar a los gobiernos el jueves sus obligaciones legales. Un portavoz de la comunidad dijo que “la ley europea debe ser respetado y las autoridades deben garantizar el acceso a los procedimientos de asilo”. El mensaje que intenta lanzar el Ejecutivo comunitario es que el 27 debe ser solidario con los que huyen de la movilización militar de Putin.

Alemania quiere cumplir. La ministra del Interior, Nancy Faeser, dijo el jueves que "cualquiera que se oponga valientemente a Putin y, por lo tanto, se ponga en grave peligro, puede solicitar asilo político en Alemania.

Gemma Pinyol-Jiménez, experta en temas de Migraciones de la consultora Instrategies e investigadora de la Universidad Pompeu Fabra, explicó a Clarín que “cualquier violación del derecho de asilo sería contraria al derecho internacional.

A nivel de la UE, tenemos excepciones "normalizadas", como los países seguros. Sería curioso que consideraran a Rusia un país seguro en este caso. En términos prácticos, además, negarse a aceptar solicitudes de Rusia por este motivo puede significar de facto negarlas todas".

PB

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