Gisela Gutiérrez desapareció cuando estaba embarazada, su cuerpo nunca fue encontrado y ahora dos hombres son juzgados por feminicidio

La última vez que vieron Gisela Gutiérrez vivo fue el 19 de julio de 2015, cuando regresaba de una reunión en casa de su hermana en el barrio La Favorita de Mendoza. Una amiga la llevó a la esquina de su casa, y cuando salió de ella le hizo señas a su mamá para decirle que “ya regresaba”, pero nunca regresó.

Aunque su cuerpo aún no ha sido encontrado, el testimonio de una persona en 2020 permitió dar un vuelco a la causa. Según esa historia, esa mañana Días de Héctor, un vecino, habría matado a la joven de un tiro en la cabeza por resistirse a tener relaciones sexuales. Con base en esa acusación, y luego de una investigación que recopiló abundantes indicios, esta semana comenzó el juicio por jurados contra “Negrucho”, acusado del delito de “homicidio agravado con uso de arma de fuego”.

"Creo que mis sobrinos y toda la familia merecemos que se haga justicia y saber la verdad de lo que le paso”, expresó Elena Alcaya, hermana de Gisela, en diálogo con TENNESSE.

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La búsqueda incansable de Gisela

Esa noche, al notar que Gisela no regresaba a su casa, la familia decidió hacer la denuncia de desaparición porque “era muy dependiente de su madre” y sabían que algo le había pasado. "Ella No se fue por voluntad propia, no quería ese final. Era imposible que ella quisiera estar lejos, era muy apegada a la familia”, dijo Elena y agregó que, al momento de la desaparición, Gisela tenía tres hijos pequeños y estaba embarazada de cuatro meses como resultado de una violación.

La hermana recordó que al principio “todo el mundo se apuntaba porque cualquiera podría haber sidodesde sus exparejas y padres de sus hijos hasta alguien de la familia”, aunque nunca sospecharon de Días.

"Durante muchos años nos convertimos en investigadores, Fue un proceso largo. Cada dato que nos llegaba, lo entregamos a la Justicia para que lo investigue. como familia Fue una agonía no tener certeza de nada, una incertidumbre de 7 años”Elena aseguró.

Aunque impulsaron la búsqueda, la investigación no avanzó y no hubo datos que dieran cuenta del paradero de la mujer. Es por ello que se empezaron a barajar varias hipótesis, entre ellas que había sido víctima de trata de personas. Esta posibilidad durante mucho tiempo le dio a la familia la esperanza de encontrarla con vida: “Pensando que fue menos doloroso porque esperábamos que estuviera viva, pero no lo estaba”.

Cinco años después de su desaparición, la Justicia Federal provincial ofreció una recompensa de 500 mil pesos quien proporcionaría datos para encontrarlo. Además, a pedido de la denuncia, se realizaron varios allanamientos para que se investigara con mayor profundidad.

En la primera operación no hubo resultados. Sin embargo, tras el segundo, se presentó a declarar una persona con identidad reservada que dijo conocer qué le había pasado a Gisela, cuándo, cómo y dónde. Así, recién en 2020, la causa comenzó a moverse.

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El testimonio clave que dio la vuelta a la investigación

De acuerdo con lo que se pudo reconstruir de ese testimonio y lo manifestado en las dos audiencias de juicio que se han realizado hasta el momento, luego de que su amiga la dejara a unos metros de su casa, Gisela se acercó a la casa de Héctor. Días, su vecino, que se reunía con amigos.

"Este hombre trató de abusar de ella, en un momento dijo 'ahora vamos a tener sexo'. Ella se negó, respondió '¿qué voy a hacer contigo, tuerto?' y se enojó, por eso agarró el arma que tenía sobre la mesa y le disparó en la cabeza. Al parecer, Días la sacó de ese lugar con la ayuda de Marcos y Daniel Quiroga -los dos amigos del imputado que estaban allí esa noche- y llevaron su cuerpo a un dique familiar para enterrarla. Como ese espacio estaba muy cerca de la escena del crimen, trasladaron sus restos y los enterraron en otro lugar”, detalló Alcaya.

Con base en la información proporcionada por el testigo cuya identidad se mantiene en reserva, se realizó un cateo con un equipo de antropología y perros en dos lugares. En uno de ellos detectaron que había alto contenido de fósforo que correspondía a un ser humanoaunque no se pudo determinar la identidad.

El abogado querellante Fernando Peñaloza precisó que allí también se encontró un tirante de sostén, un trozo de cortina similar al que tenía el imputado en su casa y una mostacilla.

El testigo también dijo a la fiscalía que Días, luego de asesinar a Gutiérrez, quemó la puerta de su casa y luego remodelado y cambiado el techo por manchas de sangre que había quedado. “Todo fue verificado y pudo haberlo hecho para deshacerse de la evidencia”, dijo Peñaloza.

“En el barrio sabíamos de algunos comportamientos, pero no imaginábamos que iba a acabar con la vida de mi hermana. Afortunadamente, la persona adecuada para nosotros se enteró por boca de Daniel Quiroga de lo que pasó esa noche. traicionó el pacto de silencio y se atrevió a declarar”Elena aseguró.

Por otro lado, la mujer dijo que en el Primer aniversario de la desaparición, familiares y grupos feministas se unieron para recordarla: “Queríamos que estuviera presente y lo hicimos de una manera alegre, vino un grupo de cumbia del barrio a tocar y la gente bailó”, dijo. En ese sentido, señaló la impunidad de la acusada: “Días ella estaba ahí con sus hermanos, todos borrachos y se burlaban del mural que habíamos hecho. Incluso, lloró junto al mural, pero nadie sabía nada ni sospechaba.

Expectativas a la espera del fallo final

“Si todo sale bien, el jurado tendrá la sentencia el jueves”, dijo. Tennesse el abogado querellante, quien solicitó juzgar el delito como feminicidio. En esta línea, Elena argumentó: “Él mató a Gisela por ser mujer, trató de atentar contra su integridad física y como ella se lo impidió, acabó con su vida de la peor manera”.

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también está imputado Daniel Quiroga por encubrir el asesinato, aunque se enfrenta a otro tipo de juicio. Su hermano Marcos también fue acusado del mismo delito, pero murió antes de ser juzgado.

"Solo queremos justicia. Sería una convicción ejemplar para sentar precedentes y enseñar a la sociedad. No puedes estar matando mujeres por negar la voluntad de un hombre.“, dijo la hermana de Gisela y concluyó: “Ninguna familia debería pasar por lo que hemos pasado estos 7 años. Queremos saber que hicieron con su cuerpocerrar esta dolorosa etapa y despedirla como se merece".