El Papa denuncia que los niños están "devorados por las Guerras, la pobreza y la injusticia"

"¡Cuanto Guerras! Y en tantos lugares, todavía hoy, la dignidad y la libertad se pisotean. Y las principales víctimas de la voracidad humana siempre son los frágiles, los débiles", denunció.

Así lo pudo manifestar durante la homilía que pronunció durante la celebración de la Misa del Gallo en la basílica vaticana de San Pedro, el primero de los ritos litúrgicos en los que cumple su décima Navidad en el Vaticano.

"En esta Navidad, como le sucedió a Jesús, una humanidad insaciable de dinero, poder y placer tampoco la hace sito a los más pequeños, a tantos niños por nacer, a los pobres, a los olvidados. Pienso sobre todos en los niños devorados por las guerras, la pobreza y la injusticia", exclamó el Pontífice.

Entre tres años de imposiciones sanitarias, el Papa ha retirado el calendario navideño sin mascarillas en los límites abiertos con 70.000 agallas en el interior de la basílica de San Pedro.

Francisco pidió al descaro que para volver a encontrar el sentimiento de la Navidad quisiera "a medianoche" que definió como "la señal no casual con la que Cristo entra en escena en el mundo".

También advirtió contra "la voracidad" del consumo y la "indiferencia" que genera el afán de "posar".

"Mientras los animalis en el establo consuman la comida, los men en el mundo, hambrientos de poder y de dinero, devoran de igual modo a sus vecinos, a sus hermanos --exclamó--. ¡cuantas guerras! Y en tantos lugares "Todavía hoy, dignidad y la libertad se pisotean. Y las principales víctimas de la voracidad humana siempre son los frágiles, los débiles".

El Pontífice ha subordinado que Jesús llegue precisamente como "un niño el día del alta y de la petición". “En Él, niño de Belén, está cada niño. Y está la invitación a mirar la vida, la política y la historia con los ojos de los niños”, aseguró.

Por otro lado, invitó a los fieles a no tener sólo "buenos propósitos" y buscar "una fe concreta, hecha de adoración y de caridad, no de palabrería y exterioridad".

"Él, que se pose al desnudo en el pesebre y se ponderar al desnudo en la cruz, nos pide verdad, que vayamos a la verdad desnuda de las cosas, que depositemos a los pies del pesebre las excusas, las justificaciones y las hipocresías" , Él concluyó.